Qué ganas teníamos de volver con los post de Japón. Es un país tan increíblemente bonito que sinceramente no vemos la hora de pisarlo de nuevo. Lástima, que el mundo sea tan grande y nuestra cartera no tanto.

Anteriormente ya le hablamos sobre qué ver y hacer, o más bien, lo que hicimos nosotros en la ciudad de Tokio. Aunque es una ciudad que parece que nunca terminas de conocerla, tiene demasiados atractivos. Sí que es cierto, que podrán salir de su perfecto caos organizado y hacer excursiones fuera de ella.

Todos los días que estuvimos en Japón nos levantábamos muy temprano, cuando decimos temprano nos referimos a estar a las 6:30 de la mañana ya danzando por la calle (todo por culpa del jet lag, lo sufrimos bastante) y llegábamos a la habitación del hotel pasada las 11:00 de la noche.

Por eso a la hora de decidirse es tan complicado o por lo menos, nos lo pareció a nosotros después de leer tantos blogs y foros con buenísimas recomendaciones. Por lástima nunca se va el tiempo suficiente y siempre terminas dejando algo en el tintero.

Al final nos decantamos por las más turísticas Nikko y Kamakura, e hicimos caso a todos aquéllos, que nos recomendaron dedicar una mañana en conocer Koedo Kawagoe.

Empezaremos éste post detallando nuestra visita a Nikko y seremos muy específicos en cómo llegar, cómo moverse, dónde comer, qué ver y qué hacer.

Seremos totalmente sinceros, Nikko nos encantó, pero fue un trayecto que significó un suplicio para los cuatro. Aunque no somos muy dados a hacer diarios de viajes, no creemos que nuestra vivencia personal les parezca interesante (preferimos dar información detallada del lugar), aquí debemos hacer una excepción.

Así que si nos lo permiten y no les parece de una pesadez suprema, vamos a explicar éste día.

A las 5:00 de la mañana ya nuestro pequeño terremoto estaba en pie y siendo ocho horas más que en España, aprovechamos para hablar con la familia por medio de Skype. Ayoze y mi hermana como cada mañana, bajaron a comprar el desayuno a uno de los konbinis que teníamos cerca del hotel.

Una vez que desayunamos, nos preparamos… hicimos lo más importante, buscar en Hyperdia como llegar a Nikko desde la estación cerca de nuestro hotel. Hicimos captura de pantalla tanto de la ida como de la vuelta y desde ya les decimos que de nada nos sirvió.

Como nosotros no queríamos activar nuestro Japan Rail Pass hasta que nos fuéramos a Kioto e Hyperdia sólo nos mostraba líneas que entraban dentro del JRP o las que debíamos abonar una parte y era de todo menos económica, decidimos que sería buena idea ahorrarnos unos yenes buscando líneas de tren algo más convencionales  y que llegasen de igual modo a Nikko.

Lo sensato hubiese sido buscarlo desde el estupendo wifi del hotel, pero nos dimos cuenta de éste detalle cuando ya estábamos por el camino. Por lo tanto lo fuimos haciendo sobre la marcha y la mejor opción era coger una línea local.

Al tener esta genial idea, una vez llegamos a la estación, debíamos hacer un cambio de tren «el tren más convencional» ¿recuerdan? y se suponía que en cuestión de dos horitas estaríamos viendo los famosos templos de Nikko.

Cuando vamos a sacar el billete de tren, para nuestra sorpresa, estaba todo en japonés y aunque los que allí trabajaban fueron tan amabilísimos como siempre, ni las mímicas funcionaron. Así que sacamos los tickets como buenamente pudimos, total, si no eran los correctos alguien nos lo diría por el camino y con suerte sabría algo de inglés o gesticularía mejor que los anteriores.

Nos colocamos en el andén A esperando a que llegase nuestro tren mientras comíamos algo y jugábamos al escondite con Noah para el disfrute de todos los japoneses presentes.

No paraban de decirle kwaii, regalarle comida y reírse con cada carcajada de Noah, a todas éstas con la ropa pegada, y en mi caso, con los pelos erizados como el rabo de un gato del calor tan húmedo que hizo durante todo el viaje.

Mientras esperábamos que llegase el tren vimos a una pareja hablando inglés, él de aspecto asiático y ella era una chica extranjera. Se nos iluminaron los ojos y directos que fuimos a preguntarles. Al decirnos que era japonés y que iban de camino a Nikko, no nos lo pensamos dos veces y aprovechamos para salir de dudas, sí o sí él nos llevaría directos hasta Nikko.

Seguimos… llega nuestro tren y hacemos lo mismo que en cada viaje, subimos el carro de Noah, lo plegamos y nos vamos tranquilos a nuestros asientos, dejándolo cerca de la puerta y sin temor ninguno a que nos lo quiten.

Una vez en nuestros asientos y tranquilos al saber que estamos en el tren correcto, en cuestión de veinte minutos, Ayoze empieza a poner mala cara y se queda algo pálido, cuando le pregunto qué le pasa, resulta que uno de sus cordales empezó a darle latidos y no paraba de dolerle.

Menos mal, que mujer precavida vale por dos y siempre cargo con un arsenal de medicamentos en los viajes, no vaya a ser que… me llama exagerada y mira qué bien le vino.

Le doy un ibuprofeno y al hacer tanto calor nos quedaba muy poquita agua, nada bebéte la que queda de Noah (a él siempre puedo hidratarlo con el pecho).

Quedaba tan poquita que no le dio suficiente para tragarse la pastilla y empezó a ponerse colorado como si no pudiese respirar y al mismo tiempo le daban arcadas. La gente empieza a mirarnos y yo pensé para mí misma, ¡¡ayy dios mio!! ¡¡Pero no tiene otro momento para morirse!!

A mí no me deja aquí sóla con niño, hermana y teniendo que interpretar un mapa que yo no me entero. Lo admito, entre mis cualidades no está saber leer un mapa. Cada vez que me vengo arriba con mi criterio feminista, resulta que tenemos que caminar el triple porque los guío hacía donde no es, así que desisto.

Después de unas cuantas sacudidas por fin volvió a su color negruzco para mi alivio. Pasado el susto se nos acerca nuestro amigo japonés y nos dice que se ha equivocado y que debemos bajarnos en la siguiente parada, cambiar de andén y coger otro tren.

Pues nada como éstas cosas pasan hay que mirar el lado bueno estamos viendo algo nuevo, y es muy bonito por cierto.

Así que esperamos todos juntitos a que llegase el próximo tren. Mientras tanto aprovechamos para comer algo y empezamos a hablar con nuestro amigo para conocerlo un poco más, era tan simpático y amable que te hacía muy fácil la conversación.

Noah se deja dormir en el carro y veo que algo enorme, pero cuando digo enorme, es enorme, se le acerca, era un abejorro, pero juro que enormemente grande. Sabemos que no se debe correr, hay que quedarse quieto… ¿qué hicimos todos? Pues correr!! Con carro, niño tieso del sueño, con comida en la boca y si me apuran me tiro a las vías del tren.

Yo pensaba ¡¡ayy dios mio!! ¡¡¡¡¡por segunda vez!!!!! si eso pica al niño me lo mata.

Para nuestro alivio llega el tren y pensando que se había acabado todo y ya en nada llegaríamos a Nikko, ¿qué pasa? Que nuestro amigo japonés se había perdido de nuevo, nuestro gozo en un pozo. Toma ya!!

Volver a bajarnos del tren, cambiar de anden y perder tiempo en esperar al próximo, que por suerte sí nos dejaría en Nikko, aunque luego estaríamos en la estación que no era, pero bueno. No mentimos si decimos que ya íbamos algo desconfiados, dimos con el japonés más simpático de todos sí, pero con un sentido de la orientación nulo.

Al final después de toda ésta retahíla llegamos a Nikko, ¿a qué hora llegamos a Nikko? Cerca de las 2:30 de la tarde, ¿qué vimos? Pues lo que nos dio tiempo.

La verdad que ahora lo pensamos y después de habernos perdido dos veces podríamos haber cogido las riendas, pero entre que no parábamos de reírnos y que pensábamos, si el se hace entender y no hacemos más que perdernos, ¿qué vamos a hacer nosotros? Quizás nos subestimamos un poco.

A todas éstas nos quedaba la vuelta, íbamos todos, sin excepción, derrotados en el tren. Esa sensación de querer mantener los ojos abiertos y no poder. Nos apañamos como pudimos, ya que los trenes en los que fuimos eran algo antigüos. Durante las dos horas que duró el trayecto podrían habernos dejado con lo puesto, pero por suerte estábamos en Japón, llegamos a Tokio como fuimos, con todo.

Eso sí, sea donde sea, el niño bien atado al cuerpo. Aunque estamos seguros que si se llevaran a nuestro terremoto, nos lo devolverían en cuestión de minutos :p

Si es que la gente en éste país bien merece un diez en honradez y amabilidad.

Aquí éramos felices y no sabíamos lo que nos esperaba 😛

 ¿Cómo llegar a Nikko desde Tokio?

Nikko se encuentra a unos 125 kilómetros de Tokio y ofrece tres opciones para desplazarse hasta ella, obviamente no les vamos a explicar la nuestra, porque queda bastante claro que no estuvimos muy finos en ésta excursión. Así que vamos con las diferentes alternativas fiables para poder llegar a la preciosa Nikko.

-Tobu

Lo bueno de la línea Tobu es que comunica directamente la estación de Asakusa con la estación de Tobu y es de las tres opciones, la más sencilla para llegar a Nikko.

 Precio por persona: 1360 yenes/11€.

 Unas dos horas es el tiempo estimado del trayecto desde Tokio a Nikko.

Dentro de la línea Tobu podrán encontrar diferentes pases como All Nikko Pass , World Heritage Pass, y el  Kinugawa Pass, lo bueno de éstos pases es que incluyen el trayecto de Tokio a Nikko, el desplazamiento desde la estación a los diferentes templos y santuarios y el acceso a ellos.

 Precio por persona: 2670 yenes/22€.

 Válido durante dos días.

-La línea Tobu no entra dentro del Japan Rail Pass, ésto es algo a tener en cuenta a la hora de decidirse por un tren u otro.

-Éstos trenes son de aspecto más «humilde» con respecto a las otras opciones.

-Deben saber, que existe una forma más rápida al igual que cara, de llegar a Nikko, es a bordo del exprés Kegon, limitado a unos cuantos al día. Éste tren les permite llegar en unos 105 minutos por el módico precio de 2720 yenes/23€.

-Nikko Exprés JR-Tobu

Si por el contrario se hospedan cerca de las estaciones de Shinjuku e Ikebukuro y están haciendo uso de su Japan Rail Pass, a priori, ésta podría ser una mejor alternativa.

Decimos a priori, por una sencilla razón, me explico. Si cogen éste tren podrán usar su Japan Rail Pass y por lo tanto es gratuito hasta que lleguen a Kurihashi. En ésta parte del trayecto deberán bajar del tren y hacer un transbordo, pasar de la línea JR a la línea Tobu.

Lo que ocurre es que el Japan Rail Pass no es válido en la línea Tobu y por lo tanto deberán abonar el trayecto desde Kurihashi a Nikko.

 Precio por persona del trayecto desde Kurihashi a Nikko (línea Tobu): 1560 yenes/13€.

 Desde Shinjuku como Ikebukuro existen dos salidas tanto a la ida como a la                               vuelta y ambos tardan una media de dos horas en llegar a Nikko.

Shinjuku: Ida: 7:30 am y 13:05 pm, Vuelta: 10:45 am y 16:37 pm.

Ikebukuro: Ida 7:37 am y 13:11 pm, Vuelta: 10:45 am y 16:37 pm.

 –Shinkansen Tohoku

Y aquí va la formas más sencilla de llegar a Nikko al igual que económica, si están haciendo uso del Japan Rail Pass, claro,  puesto que no implica ningún gasto adicional.

Deberán coger un shinkansen Yamabito o Nasuno (los nombres se ven fácilmente en los laterales del shinkansen en una luz en color azul) éstos se cogen desde la estación de Tokio o de Ueno hasta Utsunomiya unos 50 minutos de trayecto.

Cuando lleguen a la estación de Utsunomiya deberán buscar en los carteles dónde ponga línea JR Nikko y llegarán directos al destino.

Tener presente que la JR Nikko al ser una línea local sale con poca frecuencia y es aconsejable estar al tanto de los horarios.

Si al hacer la excursión a Nikko no tienen pensado activar su Japan Rail Pass todavía, el precio ronda los 5580 yenes/47€ por persona desde Tokio a Nikko. Como ven no es un precio muy económico que digamos.

DEBEN SABER!!!

-Para ir desde el hotel a las diferentes estaciones es muy recomendable descargarse la aplicación Hyperdia, les pondrá al día de los diferentes transportes, líneas, estaciones y horarios de todo Japón. Aunque es una aplicación que necesita de internet para hacer su trabajo, siempre pueden buscar su ruta hacer captura de pantalla tanto de la ida como de la vuelta y así hacer más sencillo el moverse por las estaciones.

De todas formas si tienen alguna duda pueden saber más pinchando en éste enlace ¿CÓMO MOVERNOS POR JAPÓN? y si algo se nos escapa pregunten sin problemas, nosotros encantados, sabemos lo que es encontrarse perdidos entre tantas líneas y pases.

¿Cómo moverse por Nikko?

Una vez hemos llegado a Nikko y entramos en su pequeña estación, deberán hacerse con unos tickets de bus para recorrer sus diferentes atractivos, siempre y cuando quieran hacer el camino más cómodo. En nuestro caso, entre el calor tan húmedo que hacía, que íbamos con niño y que en bus no lo parece, pero caminando se hace un poco largo,fue nuestra mejor alternativa.

Después de nuestra odisea tuvimos que pensar muy bien qué queríamos ver, más que nada, que los templos tienen un horario de cierre y nosotros íbamos bastante apurados.

Al comprar los tickets te preguntan qué trayecto quieren hacer, dependiendo de si quieren limitarse a los templos o llegar hasta las cascadas y el lago.

Como no queríamos dejar de ver los templos, desistimos en ver la parte más natural de Nikko, así que la cascada y el lago quedaron fuera de la visita. Pena que nos da, pero sabemos que algún día volveremos.

La parada de bus se encuentra justo enfrente de la estación, hacen una ruta circular y pasan cada equis tiempo.

 Precio por persona (niños menores de 6 años no pagan): 1300 yenes/11€

Descubriendo Nikko

Nikko es patrimonio de la humidad por la Unesco, así que ya se pueden hacer una idea de lo importante e impresionante que es el lugar. Una vez cojan el bus en la estación de Nikko, en cuestión de unos minutos estarán en la parada de Shinkyo o Nishi Sando.

Al bajarse se darán cuenta que se respira cierta paz, en medio de naturaleza, estatuas y templos. Desde dónde los deja el bus deberán dar un pequeño paseo en subida (prometemos que no es pronunciada) y pasar a través del famoso tori de piedra Omote-mon.

Lo primero que verán es la pagoda de cinco pisos, símbolo del budismo y dónde suele albergar pellizcos de cenizas de buda.

Las entradas a cada complejo se compran por separado, los puntos de venta son fácilmente reconocibles aunque están mimetizados con el lugar, cuentan con grandes carteles.

Aquí vamos a desgranar un poco el lugar que bien lo merece.

-Puerta Yomeimon

Según entran se encuentran con la Puerta Yomeimon, ésta marca el acceso principal al famoso Santuario Toshogu. Nosotros no la pudimos disfrutar puesto que estaba en obras y poco se veía, así que he tenido que recurrir a internet. ¿Es bonita verdad?

En el vídeo pueden ver que está tapada y a mano izquierda está la campana donada por los holandeses para estrechar relaciones con los Japoneses.

-Santuario Togoshu

Una vez pasamos el umbral de la puerta comenzamos nuestro periplo por los edificios más importantes del  Santuario Togoshu. Éste santuario fue dedicado al fundador del Shogurato de los Tokugawa.

El santuario aparte de ser una maravilla para la vista, es la principal atracción de Nikko por su famosa escultura de los tres monos de la sabiduría, «no oigo lo que no debe ser oído», «no digo lo que no debe ser dicho» y «no veo lo que no debe ser visto». Si lo analizamos tiene mucho sentido, más en los tiempos que corren.

Una vez dentro del complejo verán infinidad de pabellones y como es obvio, cada uno en su época tenía una función. Desde baños para 8000 dioses hasta el Templo Yakushido, dónde se encuentra el Dragón llorón.

Un monje hace sonar dos palos bajo el cuerpo del dragón y nada ocurre, pero cuando se coloca debajo de la cabeza del dragón y vuelve a sonar los palos, la sala se invade de un enorme eco, según la leyenda, sólo aquéllos de buen corazón notarán la vibración en su interior.

Pasando la Puerta Sakashitamon podrán acceder a la tumba del gran Ieyasu Tokuwaga. El camino de acceso es muy bonito y siento ser tan cursi, pero me sentí una auténtica exploradora. Deben saber, que son 208 escalones y algunos tramos son bastante pronunciados.

-Santuario Futarasan

Terminada la visita nos vamos de camino al Santuario Futarasan, éste se encuentra entre el Santuario Toshogu y el mausoleo Taiyuin. Según nos dijeron es el complejo religioso más antiguo e incluye 23 edificios.

-Taiyuinbyo

Taiyuinbyo es un mausoleo consagrado a Lemitsu, el tercer Shogun Tokugawa, se encuentra a unos 6 minutos andando desde el Santuario Toshogu. Sinceramente éste fue el que más nos gustó junto al Santuario Futarasan.

No sabemos porqué, pero creo que se debe a la poca afluencia de turista, no estar en obras y tenerlo prácticamente para nosotros solos.

-Puente Shinkyo

De vuelta pasamos por el famoso Puente Shinkyo. El puente queda a muy pocos minutos de la estación de bus de Nikko y nosotros lo conocimos ya de vuelta.

Es el punte sagrado sobre el río Daiya. Como todo Japón, éste puente no está exento de leyenda, y se dice, que el ermitaño que dio origen a Nikko, atravesó el río a lomos de dos serpientes, éstas representadas por el puente.

En la época feudal, sólo el emperador tenía derecho a cruzar el puente. Hoy día podemos hacerlo el resto de los mortales.

 Precio por persona a cada templo (niños menores de 6 años no pagan): Entre 500 y 1000 yenes/4 u 8€

(Perdonen que en ésta parte no seamos muy específicos, en su momento apunté el gasto total de tres adultos en todos los templos y no sabría decir con exactitud el precio de cada uno)

Si desean saber detalladamente la historia del lugar pueden contratar el servicio de un guía para los tres templos por 5500 yenes/46€, desde 1 a 20 personas.

 El horario de apertura es de 8:00 am a 4:30 pm de abril a octubre, de noviembre a marzo cierra a las 3:30 pm.

-El famoso Templo Rinnoji fundado por el monje budista responsable de Nikko, está en obras y en nuestro caso, tuvimos que perdernos la visita.

-Dentro del complejo del Santuario Togoshu hay ciertas partes que están en obras. Bien por la conservación, pero da una pena tremenda no poder sacar ciertas fotos porque se ven los andamios detrás.

-Si van con niños y por lo tanto lo llevan en carrito, es aconsejable dejarlo justo al lado de las taquillas de compra de entradas, el carrito no el niño :P. Decimos ésto porque el suelo es de piedra y gravilla, está en plena naturaleza y para complicarlo más, hay muchísimas escaleras que en algunos tramos son algo pronunciadas.

-También les aconsejamos ir surtidos de algún tentempié y agua, más que nada, que recorrerán bastante y si es verano hace muchísimo calor húmedo y ya se sabe que con los niños siempre hay que ir bien provistos.

-Podrán hacer toda la visita caminando o por el contrario, según terminen de ver un complejo, deberán esperar en la parada indicada a que llegue el próximo bus e ir parando donde les interese.

-Según llegan a la estación de tren de Nikko encontrarán un punto de información turística y les ayudarán en todo, hablan inglés para nuestro alivio.

-Si quieren ver todo lo posible en Nikko y hacen excursión desde Tokio deberán salir lo más temprano posible, hay mucho que ver y tan sólo el trayecto se lleva 4 horas entre la ida y la vuelta.

-Si por el contrario prefieren hacer algún tour y evitar quebraderos de cabeza aquí les dejamos el enlace para poderlo contratar EXCURSIÓN A NIKKO DESDE TOKIO

-Si fuésemos a viajar ahora a Japón y sabiendo lo que sabemos no dudaríamos en visitar:

*Cascadas Kegon, son las cascadas más famosas y están a pocos minutos a pie de la parada de Chuzenji Onsen por 530 yenes/4.60€ podrán acceder la cima de las cascadas por medio de un ascensor.

*Lago Chuzenji de abril a noviembre a cinco minutos a pie de la parada de bus de Chuzenji Onsen, un barco une el embarcadero de Fune-no-eki a Shobugahama en unos 20 minutos.

*Yumoto Onsen no lo hemos dicho, pero Nikko no sólo es famoso por sus templos, santuarios y leyendas, también lo es por sus onsen.

Para todos aquéllos que no estén muy puestos, un onsen es un baño termal típico japonés. Hay muchos por el país. Mayormente son separados por sexo y se entra al agua completamente desnudos.

Así que si cuentan con tiempo y les agrada la idea, yo no me lo pensaría, es más, íbamos con la idea, pero al torcerse un poco el día también perdimos la oportunidad.

Viéndolo así, en ésta foto sacada de internet sin gracia alguna, da hasta pereza, pero debe ser increíble estar ahí en medio de un paraje con el agua hirviendo hasta el cuello.

*Nikko Edomura Village es un parque de atracciones que reproduce la vida cotidiana y la cultura del periodo Edo. Sabemos que puede llegar a ser muy teatro para turistas, pero sinceramente nos llamaba mucho la atención.

Nunca me he interesado por la cultura nipona hasta que nos íbamos a Japón y yo que soy muy de estudiarme todo lo históricamente hablando, sinceramente con Japón lo hice por no ir a ciegas.

Si me preguntaban entre Japón y China ganaba ésta última por goleada, junto a India y Perú mi amor por su cultura viene de muy atrás. Supongo que estar siempre rodeada de chicos de mi familia que desde bien temprano me enseñaban día sí día también películas de artes marciales y chinos voladores caló muy profundo en mí.

Pero debo decir que mi percepción cambió completamente una vez ya estaba en el país y me encantaría volver, pero para conocer la parte más cultural y mística. Me dejó con muchas ganas de más.

¿Dónde comer?

Cuando llegamos a Nikko queríamos aprovechar lo que nos quedaba de tiempo así que compramos algunas cosillas para picar durante las visitas. Justo enfrente a la parada de bus hay unos puestos con dulces típicos, chocolates, bebidas…

Nosotros aprovechamos y nos surtimos. En algunas acertamos en otras no tanto, pero algo que nos encantó, los yakimochis (pastelito de pasta de arroz relleno de anko, judía roja dulce) podemos decir,que durante toda la visita no paramos de comerlos.

Una vez terminamos la excursión teníamos mucha fatiga y en mi caso, Noah con tanto mamar me había exprimido literalmente como un limón.

Antes de salir del hotel de Tokio buscamos en Tripadvisor posibles sitios dónde comer y había buenísimas opiniones para el Hippari Dako.

Así que allá fuimos. El problema es que cuando llegamos estaba cerrado y así uno tras otro. El porqué todavía no lo sabemos, lo que sí sabemos, es que ese día no las teníamos todas con nosotros. No nos quedó más remedio que volver a llenarnos de aperitivos y esperar a llegar a Tokio, dónde nos dimos un auténtico homenaje.

Por si están preparando su viaje, éste sitio tiene muy buenas referencias y además es bastante curioso, según terminas de comer te dan una chincheta para que claves tu nota. El local está empapelado de comentarios de todos los viajeros.

La carta la tenían colgada fuera así que pudimos ver que los precios eran bastante razonables.

De todas formas aquí les dejamos el enlace para que puedan barajar más opciones, ver opiniones y recomendaciones DIFERENTES ALTERNATIVAS PARA COMER EN NIKKO

Lo que aprendimos por el camino…

-Nikko tiene especial importancia no sólo por su grandiosidad, también porque fue el lugar dónde se estableció el gran Shogun con su familia huyendo de los demonios que lo perseguían, se fue de la capital Edo, lo que conocemos hoy como Tokio.

Éste junto a la generación de Shogun que le precedieron consiguieron que Japón se unificara y viviera en paz por mas de 250 años.

-Lo curioso no sólo de Nikko si no de Japón en sí, es que no es raro ver elementos tanto sintoístas como budistas compartiendo protagonismo en un mismo recinto.

Nos suena bastante extraño sabiendo los antecedentes que tiene occidente, dónde sería impensable juntar dos religiones al culto.

Ésto ocurre, porque en Japón la mayoría de su población cree en ambas religiones y a lo largo de su vida,según consideren, hacen celebraciones tanto sintoístas como budistas.

Todo lo que haga referencia a la vida de una persona, suele estar relacionado con el sintoísmo y los rituales de muerte mediante el budismo.

Podemos diferenciar si un lugar es budistas por sus pagodas y sintoísta por sus toris, el espacio entre profano y sagrado.

Si queremos hacer una plegaria en un santuario sintoísta se debe tocar la campana o dar una pequeña donación, se da un paso hacia atrás para sentir el lugar, se acompañan de dos reverencias, se dan dos palmadas delante de tu cara,se realiza la oración y se pide el deseo.

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Mil gracias por pasarse un ratito por aquí, no podemos estar más contentos. Esperamos que no se les haga muy largo y que les sea de utilidad, si tienen alguna duda ya saben,pregunten.

Sólo si les gusta lo que leen nos ayudarían mucho compartiéndolo, así podemos llegar a más familias. Que tengan una muy bonita semana.

Besos desde nuestra familia!!